La «distribución intensiva» es una estrategia de distribución utilizada en marketing y gestión de ventas. Se refiere a una estrategia en la cual un producto se distribuye ampliamente y se hace disponible en la mayor cantidad de puntos de venta posible dentro de un mercado determinado.
En una distribución intensiva, el objetivo es maximizar la disponibilidad y accesibilidad del producto para los consumidores. Esto implica colocar el producto en una amplia variedad de canales de distribución, como tiendas minoristas, supermercados, tiendas en línea, mayoristas y cualquier otro lugar donde los consumidores puedan comprarlo.
Algunas características de la distribución intensiva incluyen:
- Amplia cobertura: El producto se encuentra disponible en múltiples puntos de venta en diferentes ubicaciones geográficas.
- Alta visibilidad: El producto se muestra de manera prominente y atractiva en los puntos de venta para captar la atención de los consumidores.
- Accesibilidad conveniente: Los consumidores pueden encontrar fácilmente el producto y adquirirlo sin dificultad.
- Altos volúmenes de ventas: Al estar disponible en numerosos puntos de venta, se espera que la distribución intensiva genere altos volúmenes de ventas y una mayor cuota de mercado.
La distribución intensiva es comúnmente utilizada para productos de consumo masivo, como alimentos, bebidas, productos de cuidado personal y productos electrónicos, donde la disponibilidad inmediata y conveniente es un factor clave para los consumidores.
Es importante tener en cuenta que la estrategia de distribución intensiva puede requerir una gestión logística compleja y una coordinación efectiva con los socios de distribución para garantizar el suministro continuo del producto en los diferentes puntos de venta.
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